En « El camino no aceptado » (The Path Not Taken) por primera vez vemos el lado más dulce de la princesa guerrera, ¿Xena enamorada? quién lo pensaría, y ¿el culpable? No es otro que Marcus, un antiguo colaborador de Xena. En este episodio vemos de nuevo un poco de ese espíritu de redención, Xena quiere hacer lo correcto a pesar de todo y también está dispuesta a ponerlo todo en juego. Busca pasar la prueba de fuego con honores: enfrentar su pasado sin siquiera un vestigio de duda.
En el capítulo nos encontramos con un guño a la historia de Romeo y Julieta, Jana, la princesa del reino de Beocia y Ágranon, el príncipe del reino de Colonus están enamorados y quieren casarse. La discordia que había reinado entre sus familias ha desaparecido y su unión ahora es posible. Todo va viento en popa pero siempre tiene que pasar algo ¿no? La princesa es raptada y el rey de Beocia piensa que es una movida astuta de sus antiguos enemigos, mientras en Colonus se piensa que es una treta para hacerlos iniciar una guerra. El príncipe Ágranon sin embargo que no es ningún tonto (aunque lo parezca un poco) sabe que el culpable del rapto de su prometida no es otro es otro que Mecentuis, un traficante de armas a quien le caería de perlas una guerra ahora mismo, pues como ha pasado desde siempre, como buen traficante que es le vende armas a los dos bandos.
Xena deberá ir a Tracus, un nido de bandidos y maleantes, para rescatar a la princesa, allí Xena es bien conocida y Gabrielle teme que al volver a ver a sus compañeros de fechorías ella decida quedarse y regresar a su antigua vida. Gabrielle no está muy lejos de la verdad, allí Xena encuentra a Marcus, su amigo y uno de sus hombres. Salta a la vista que Xena y Marcus tuvieron una historia y que aún saltan chispas cuando se ven. Marcus trabaja para Mecentius así que no será fácil encontrar a la princesa, no, definitivamente no será una entrada por salida con tantos obstáculos en el camino. Apesar de fingir ser la de antes, Xena queda al descubierto por el propio Marcus, ella le explica lo que realmente quiere hacer y le dice que únicamente lo hace porque es lo correcto y quiere convencerlo de que haga lo mismo, de que deje la vida que lleva. Al final Marcus muere a manos de Mecentius por defender la princesa.
En todo este tiempo Gabrielle convence a Ágranon de decirle al rey de Beocia sus sentimientos por la princesa, así quedará en claro que el reino de Colonus no está implicado en el secuentro. Como es costumbre Gabrielle mete la pata y ambos terminan en una celda, esperando su ejecución. Con la muerte de Marcus, se aclara el malentendido. Xena entierra a su amigo, sabiendo que al final él entendió la importancia de hacer lo correcto.
Romance y acción siempre combinan. Este es un episodio interesante, vemos otro lado de Xena y también experimentamos su fuerte convicción de no volver a ser la de su pasado. Otra curiosidad es que este es el primer episodio donde la vemos llevar a cabo el truco de escupir fuego. Posiblemente en la actualidad algo así no se haría, para llevar este truco a cabo Lucy Lawless aprendió a realizarlo, poniendo en peligro su integridad. Todas las tomas de estas escenas se hicieron en primer plano, así que se descartó el uso de una doble. Tal vez hoy en día simplemente se hubiese realizado por medio de efectos generados por computador o aglo similar. Es bueno recordar lo mucho que se comprometían los actores con sus series en el pasado, buno y no solo actores, el equipo completo ponía mucho trabajo en los vestuarios, los escenarios y los efectos ya que buen porcentaje de estas cosas se hacían a mano y no como ahora, por medio de un computador.
Otro buen episodio de la primera temporada y aún no hemos alcanzado ni la mitad. Nuevos elementos aparecen y seguiremos explorando diversas facetas de Xena y Gabrielle en esta primera temporada.
La visión de mephistopheles 